Nutrición y estrés, dos conceptos con relación directa.
El estrés puede causar efectos físicos y mentales negativos si es demasiado frecuente, o si no estamos preparados para hacer frente a los factores de estrés en nuestra vida cotidiana. La alimentación tiene el mismo efecto sobre cómo nos sentimos: Puede ser buena para ti o no, dependiendo de la calidad y la cantidad de alimentos que comas. Cuando se trata de lidiar con el estrés, comer bien es una forma excelente de mantener la salud y el bienestar. Aquí tienes algunos consejos para controlar tus niveles de estrés comiendo mejor cuando sientas que la vida te supera.
¿Qué es el estrés alimentario?
Los trastornos alimentarios son enfermedades mentales caracterizadas por hábitos alimentarios y nutricionales anormales que afectan negativamente a la salud física o mental de la persona. Es un trastorno mental que hace que una persona se obsesione con su cuerpo, a menudo hasta el punto de sufrir daños físicos por culpa de una mala alimentación. Los hábitos alimentarios perjudiciales provocados por el estrés (como comer más de lo debido) pueden provocar problemas de salud física y mental, además de no estar nutriéndose correctamente.
Estrategias para afrontar el estrés alimentario
– Hacer comidas más pequeñas a lo largo del día. Así te aseguras de que el azúcar en sangre se mantenga equilibrado y de que no consumas demasiadas calorías. - Comer alimentos ricos en fibra. Es una buena forma de ralentizar la comida y de ayudar a mantener el movimiento intestinal. - Consume alimentos ricos en vitamina B. Estas vitaminas ayudan a mantener baja la presión arterial. - Comer alimentos ricos en calcio. Esto le ayudará a mantener una densidad ósea saludable. - Comer alimentos ricos en hierro. Te ayudarán a mantener sus niveles de energía y a prevenir la fatiga. - Alimentos ricos en vitamina C. Esto le ayudará a mantener tus niveles de inmunidad altos. – Consume alimentos ricos en vitamina E. Esto te ayudará a mantener tu piel suave e hidratada. - Alimentos ricos en vitamina A. Esto te ayudará a mantener los ojos sanos y a conservar tu visión intacta. - Consume alimentos ricos en zinc. Te ayudarán a mantener tus niveles de inmunidad altos y a prevenir infecciones en tu sistema inmunológico.
La importancia de una buena nutrición
Una dieta saludable puede ayudar a controlar los síntomas del estrés y la ansiedad, así como a mejorar el estado de ánimo. La relación entre la nutrición y la salud mental puede verse en la orientación y el apoyo que proporciona a quienes sufren estrés, depresión y ansiedad. Los nutrientes que se encuentran en los alimentos y que son importantes para la salud mental incluyen la vitamina B, el hierro, el zinc y las grasas omega 3, junto con minerales como el magnesio, el calcio y el hierro. También hay ciertos alimentos que son especialmente beneficiosos en momentos de estrés, como el pescado y los cereales integrales. Llevar una dieta sana y equilibrada no sólo ayuda a mantener la salud física, sino que también favorece la salud mental.
Ejemplos de alimentos que ayudan a afrontar el estrés
– Avena. Ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre, lo que la hace perfecta para aquellos que sufren de niveles altos de azúcar en la sangre. La avena también es una buena fuente de hierro, que ayuda a prevenir la fatiga y a aumentar la productividad. - Fruta. Contiene vitaminas del grupo B, vitamina C y antioxidantes y minerales que pueden proteger contra el deterioro mental. - Yogur. Es una fuente de probióticos, que se han relacionado con la reducción del estrés, la mejora del estado de ánimo y la reducción de la ansiedad. - Garbanzos. Son una buena fuente de fibra, vitamina B6 y proteínas que pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol y mejorar el estado de ánimo. - Salmón. El salmón es rico en grasas omega 3 que se han relacionado con la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo. - Almendras. Son una buena fuente de vitamina E, que se ha relacionado con la reducción del estrés. - Chocolate negro. El chocolate negro es una rica fuente de antioxidantes y se ha relacionado con la reducción de los niveles de estrés y el efecto placebo.
