El cuerpo humano es como un circuito donde múltiples piezas están interconectadas para funcionar correctamente.
Si alguna de estas partes sufre algún daño o avería, el circuito en general percibe el daño y paulatinamente comenzará a notarse. Aunque no lo creas, existe una red de comunicaciones entre nuestra Microbiota, intestino y el cerebro.
La Microbiota se ha considerado durante los últimos años como una parte fundamental para autorregulación del organismo. Es decir, los millones de microorganismos que yacen en nuestro cuerpo, especialmente en nuestro intestino, tienen una función que te beneficia. En este artículo, te enseñaremos todo lo que necesitas saber sobre el tema.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la Microbiota?
¿Qué conexión que une al cerebro y a la Microbiota?
¿Qué podemos hacer al respecto?
¿Qué es la Microbiota?
Se conoce como Microbiota a las bacterias que se encuentra dentro de nuestro organismo. Estas bacterias nos acompañan desde el momento en que nacemos, y a medida que pasa el tiempo van desarrollándose al igual que nosotros. Estas pueden alojarse en diferentes partes del cuerpo, tanto en la piel como en nuestro sistema digestivo. La microbiota y el stress van de la mano y debemos saber qué alimentos nos convienen ingerir.
En la cultura popular, el título de “bacterias” puede causar algo de temor, pues inmediatamente pensamos que es algo dañino. La realidad es que, existen bacterias tanto buenas como malas, y nuestro cuerpo es el habitad de muchas de ellas. Solamente el aparato digestivo puede llegar a tener 100 billones de bacterias, todas con una función específica.
Algunas de las funciones que pueden tener en nuestro cuerpo son:
Protegen ante enfermedades y agentes patógenos.
Ayudan a la correcta digestión de alimentos
Favorecen nuestro sistema de defensa.
Asisten en la producción de vitaminas
Como verás, tenemos una relación simbiótica con estos microorganismos. Ahora, el alterar su hábitat puede tener consecuencias para tu cuerpo. Puede aumentar el riesgo de enfermedades autoinmunes, molestias generales y si, hasta cambios de humor.
¿Qué conexión une al cerebro y a la Microbiota?
Como te hemos dicho antes, todos los órganos se comunican entre sí, así que, aunque el cerebro y el intestino parezcan distantes no funcionan de manera aislada. Dicho en otras palabras, estos intercambian información a través del nervio bajo, sistema nervioso central, endocrino e inmunológico.
Cuando la Microbiota esta alterada se da a lugar un proceso que permite el paso de sustancias tóxicas al torrente sanguíneo. Estas al llegar al cerebro crean desbalances en hormonas como el cortisol, mejor conocida como la hormona del estrés. Es justo en este punto donde la persona empieza a percibir fuertes cambios de humor, llegando incluso a la depresión o ansiedad.
Algunos estudios científicos, indican que los microbios que se encuentran en nuestro intestino alteran niveles en neurotransmisores, permitiendo establecer también una comunicación con las neuronas.
Lo cierto es que si, los sistemas de nuestro cuerpo encuentran la forma de comunicarse entre sí, enviando información relevante a nuestro centro de comando: el cerebro. Posteriormente, este nos hace saber mediante algunos síntomas y padecimientos que no algo no anda bien.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Existen algunas medidas que podemos tomar para mejorar nuestros cambios de humor si estos están relacionados con alteraciones en nuestro sistema digestivo. Estas son algunas de las medidas que puedes tomar.
Sigue una dieta balanceada
Una dieta rica en frutas, verduras, hidratos de carbono, proteínas y grasas sería lo ideal, así aportarás a tu cuerpo y tu flora intestinal justo lo que necesitan. Ten cuenta, las posibles intolerancias a algunos alimentos.
Evita el uso innecesario de antibióticos
Estos medicamentos atacan a las bacterias en tu cuerpo de forma indiscriminada, así que haz uso racional de ello. Podrían generar un cambio irreversible.
Bebe suficiente agua
Nuestro cuerpo está compuesto en su gran mayoría por agua, así que mantener tu organismo hidratado es una buena forma de mantener todo en orden.